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Poema - Lizette Plascencia





He abrazado en mi pecho hipotético más humanidades que Cristo

Fernando Pessoa

 

Mi condena yace en un reloj al que le sobran cinco minutos de arena

y aún así no logra alcanzar al presente:

a mi pena le caben siete mil millones de nombres,

por eso me pesa tanto el cuerpo.

 

A veces, el dolor se concentra en alguna parte de mí,

y no me doy cuenta hasta que me descompone.

Hoy me rompió la espalda,

de tantos mundos que se terminan,

y sólo lo sé por el ruido que hacen los añicos revoloteando

cada vez que mis pulmones toman aire.

 

En el pedazo de verdad al que tengo acceso

está la negación de una presencia incongruente,

están las palabras que migran de la razón a la incredibilidad:

el cielo está cayendo a destellos.

 

Me dicen que no pasa nada si se desprende de a poco,

que sus fuegos están muy lejos y no pueden lastimarme;

pero yo veo las detonaciones cada vez más cerca.

No voy a asumir la culpa de su daño;

lo que está oculto no es mi debilidad,

es la paz que brinda el desinterés.

 

El cielo se cae

y cada pedazo menos

es un pedazo más en mí.

 

Mi pedazo de verdad

tiene siete mil millones de nombres

y yace en el contorno

de un recuerdo de algo que aún no sucede,

en el brillo de algo que ya se olvidó.

En esta verdad

mis lágrimas encuentran en su suicidio la ofrenda:

rechazar la negatividad

es otra forma de matarse.

 


Texto: Atlas
Escrito por: Lizette Plascencia
Ilustraciones: Malpensante Fanzine      

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