HUASTECO
Amo el Huasteco, elixir barato surgido de lo más profundo y sagrado del destilado de caña. Atento contra lo bueno y lo correcto al bañar mi interior de ti. Reto a la moral y las buenas costumbres al beberte ¿Por qué tendría que demeritar algo que me ha dado las mejores pedas de mi vida? Sí acaso quieren llamarme teporocho, por preferir este delicioso alcohol envasado en plástico delgado de tapa amarilla, entonces con orgullo grito ¡Soy un teporocho!
Me consagro en el ritual de los marginados,
habitantes de la calle,
hemos conquistado la periferia desde donde
miramos al mundo, embriagados.
Amo el Huasteco, por las inolvidables borracheras que me ha dado. Tales son sus virtudes, que gracias a él, he conocido a todo tipo de personajes entrañables ( quizás imaginarios) con los que he pasado horas de intensa conversación y profunda filosofía en los lugares más apartados, olvidados y altamente clandestinos a los que he llegado. Al final, esas pláticas han quedado atrapadas entre la obra negra, el olvido y el mareo que termina en cruda al día siguiente. Jamás serán recopiladas en grandes tomos que pretendan cambiar el sentido de la existencia.
Amo el Huasteco, por ser el complemento perfecto de las otras bebidas. Se mezcla en un baile místico con la cerveza, se adorna con el refresco de cualquier origen y se degusta directo del envase reciclado desde donde libera sus sagrados efectos.
Propuesta para el fin del mundo: beber este coctel creado y preservado por nosotros los marginales. Mirar como todos arden, gritan y perecen al sonido de la destrucción de las ciudades. Mientras, nos embriagaremos y dejaremos correr este alcohol barato por nuestras venas. Quizás de ese modo, ardamos más rápido y el sufrimiento sea menos cuando llegue nuestro turno. ¡Salud!
Texto: HUASTECO
Escrito por: Leodan Morales
Ha sido ponente en diferentes universidades del país, Actualmente pertenece al grupo "Artistas Distinguidos de Naucalpan".